EMERGENCIAS - Bienvenidos

Este es el blog del área de Emergencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que busca ser el vínculo entre las Áreas de la Subsecretaría de Emergencias y los vecinos de la ciudad. Desde aquí, queremos dar a conocer el trabajo que se realiza desde las direcciones generales de Guardia de Auxilio y Emergencias, Defensa Civil y Logística que componen esta Subsecretaría.

Brindaremos información de los trabajos que se han realizado y de los que realizaremos en la ciudad, algunos de ellos son: operativos preventivos y de emergencias, simulacros, capacitaciones, entre otros.

Para comunicarte con nosotros: prensaemergencias@buenosaires.gov.ar

“Quemados en la Azotea”

El trabajo realizado por los agentes de la emergencia, no es sencillo. La vocación de servicio se enfrenta a situaciones complejas en circunstancias difíciles. El dolor ajeno y la desolación que provoca una catástrofe, afectan. Qué hacer para salir indemnes de la experiencia.

Alguna vez, hemos leído o escuchado la palabra BURNOUT. El término de origen inglés, se refiere a “quemazón” o “explosión” y con su uso, se representa en forma simbólica un tipo de estrés laboral que sucede a muchos trabajadores, especialmente a los que operan en la emergencia, en contacto con el dolor humano y en escenarios delicados.En principio, recordemos que el estrés es una forma de defensa del organismo. Ante una situación nueva, una emoción, una noticia inesperada o un susto, nuestro cuerpo pone en marcha mecanismos que nos sirven para afrontarlos. Es por eso que, si por ejemplo, escuchamos ruidos en nuestra casa en medio de la noche y creemos que es un delincuente, nuestras pupilas se dilatarán para ver mejor, nuestro sistema auditivo se agudizará y nuestra fuerza muscular aumentará el triple por si hay que correr o luchar…Se trata de un sistema de defensa que acompaña al hombre y que le ha ayudado a sobrevivir.

De allí que surge una pregunta: si el estrés nos sirve para defendernos y sobrevivir ¿por qué, entonces, es dañino? La respuesta es que el estrés en exceso y en un tiempo prolongado, nos intoxica física y mentalmente, ya sea en nuestro ámbito personal como laboral.
Por eso es tan importante manejar pautas para el auto cuidado y protección de nuestra salud.

Cómo reconocer el estrés laboral o burnout
Debemos prestar especial atención si llegamos a padecer alguno de estos síntomas en forma recurrente:
*Fatiga crónica y alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas).
*Úlcera gástrica y otras alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea, ataques de colitis).
*Taquicardia, palpitaciones, hipertensión y cefaleas frecuentes.
*Problemas de alergia y dermatitis.
*Dolores musculares (espalda, cuello, hombros) e incapacidad de concentrarse, falta de memoria. *Aislamiento social (no tengo ganas de salir ni ver a mis amigos).*Baja autoestima, deseos de abandonar el trabajo.
*Depresión, sentimientos de culpa, sobreexigencia “tengo que trabajar más y más paraponerme al día o si no voy a perder el trabajo” e ideas de suicidio.
*Ausentismo laboral: periodos de baja por enfermedad.
*Aumento de conducta violenta como agresividad, explosiones de ira y respuestasdesproporcionadas a los estímulos externos.
*Abuso de sustancias como café, tabaco, alcohol, tranquilizantes y sedantes.
*Abandono personal y pasividad ante las exigencias de los demás.
*Imposibilidad para relajarse y caminatas sin rumbo.

Qué se puede hacer para tratarlo
Algunas medidas que pueden tomarse para tratar el burnout o incluso evitarlo, son las siguientes:
*Disminuir el consumo de sustancias tales como café, cigarrillo, alcohol y otros estimulantes.
*Si tiene insomnio, consultar al médico y tratar de relajarse antes de acostarse para descansar.
*Evitar hablar de temas que puedan resultar irritantes o mirar noticieros antes de irse a dormir. *Tratar de ver las tareas y los contratiempos como desafíos que nos permitirán crecer, y no como situaciones amenazadoras.
*Aprender a medir las capacidades y no violentarnos intentando hacer algo más allá de las propias posibilidades.
*Evitar "exprimirnos” hasta el agotamiento.
*A veces se pierde, hay que intentar extraer lo positivo de los sucesos negativos.
*Cuando una tarea no avanza, realizar otra o hacer una pausa, y si se puede, salir del lugar donde nos encontrábamos.
A veces lo trágico no son tanto las situaciones como el modo de interpretarlas. Es posible que cambiando la forma de ver los conflictos, se reduzca el malestar y podamos elaborar otras soluciones.

Tiempo libre y ocio
Un lugar primordial entre las pautas que podemos seguir, tendientes al cuidado de nuestra salud, lo ocupan el ocio y el tiempo libre. Es importante ocupar una parte del día en alguna actividad de ocio “sin culpa” como leer, ir al cine, practicar algún deporte o escuchar música. Dedicar tiempo a nuestra familia y amistades, desconectándonos de las obligaciones y durante la semana, regalarnos un día entero para descansar y realizar actividades que nosgusten y no tengan ninguna relación con nuestras obligaciones habituales.
Practicar deportes, por ejemplo, no sólo beneficia la salud cardiovascular y ayuda a quemar calorías, también sirve como relajante y elimina tensiones.Una opción, si nos gusta caminar, es aprovechar para hacerlo en los desplazamientos al trabajo o bien usar la escalera en vez de el ascensor, para subir un piso.
De preferir más intensidad o regularidad en los ejercicios, tomar la decisión e inscribirse en un gimnasio y en lo que se refiere a la práctica de juegos de equipo, es importante jugar siempre y cuando sea para DISFRUTAR y no para competir, enfrentándose a los compañeros de equipo.

La relación con los demás
La relación que podamos construir con los otros, es un factor de peso en nuestro desenvolvimiento cotidiano que puede ayudar a nuestro equilibrio y armonía. Acostumbrarse a admitir y a demandar la crítica, así como a expresar honestamente los puntos de vista, es una actitud saludable. Pedir ayuda a la familia y amigos es fundamental, es una muestra de conocimiento a la otra persona. Que la gente cercana se entere que estamos agobiados y HABLAR, ya que guardarse los sentimientos es dañino para la salud y un desahogo ante terceros mitiga frustraciones.Es sano ser algo egoísta: a veces hay que decir “no”.

Sepamos que resulta imposible complacer a todo el mundo. Al mismo tiempo, no hay que permitir que los demás nos presionen, nos manipulen, o nos impongan unos criterios, en contra de los propios. El odio y el rencor no ayudan a avanzar.

El perdón, la comprensión, la tolerancia, resultan la mejor opción para resolver algunos conflictos. Fomentar el diálogo entre los compañeros de trabajo y tratar de armar grupos, en los cuales, en algún momento que no haya demasiado movimiento laboral, podamos expresar nuestros sentimientos y vivencias en determinado operativo o labor.Un dato destacable es que la mayoría de los trabajadores de emergencias de los países mas desarrollados, practican yoga. Esta disciplina -hecha con continuidad- trae inmensos beneficios en cuanto a la relajación del sistema nervioso y muscular, mejora la tensión arterial, previene infartos y sana las contracturas.

Por último, es necesario destacar el concepto de “RESILIENCIA” que es la capacidad que tenemos todas las personas para “fortalecernos” ante situaciones que se nos presentan difíciles y salir de ellas, más enérgicos, con más espíritu de lucha. Es posible lograrlo y cuando llegamos a ese punto, nos sentimos orgullosos. Tenemos el valor y el temple para encarar todo aquello que la vida nos presenta, viéndolo como un “desafío” y no como un “problema”.


Por la Lic. en Psicología María Alejandra Vivas De Lorenzi