Para prevenirlo:
* Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
* No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).
* No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).
* Usar cremas de pantalla solar con factor protección 15 o más y renovar periódicamente la protección ante el contacto con el agua o transpiración. Hay que tener en cuenta que los productos autobronceantes no dañan, pero tampoco protegen.
* Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
* Evitar comidas muy abundantes; ingerir verduras y frutas.
* Reducir la actividad física.
* Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero y anteojos oscuros.
* Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
* Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
* A los lactantes y niños pequeños, darles el pecho con más frecuencia, hacerlos beber agua fresca y segura y Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
* Dolor de cabeza
* Vértigo
* Náuseas
* Confusión
* Convulsiones y pérdida de conciencia
* Piel enrojecida, caliente y seca
* Respiración y pulso débil
* Elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados).
No existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor, sólo los métodos clásicos pueden prevenirlo y contrarrestarlo.
Ante casos de urgencia, comunicarse las 24 horas con la línea gratuita de Emergencias 103 o al 107 (SAME).